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Textos del catálogo
Hombre con rama
Una noche de agosto prendí la tele y vi, en uno de esos programas de urgencias
médicas, a un hombre con una rama atravesada en el cuello.
El hombre había salido a correr como usualmente lo hacía y, no supo cómo,
de repente una rama atravesó su cuello y quedó tiesa entre su tráquea y su esófago.
El hombre, invadido de vegetación y completamente lúcido, aguardaba en una
cama mientras los médicos anonadados no sabían qué hacer.
Finalmente decidieron arriesgarse a operarlo.
Le dijeron que la operación duraría de ocho a once horas y que no podían
asegurarle que todo fuera a salir bien.
Le recomendaron que llamara a su esposa y se tomaran un momento
para despedirse, porque era posible que él no sobreviviera.
Luego se lo ve entrando al quirófano.
En la siguiente escena, el hombre está sano y salvo en la cama del hospital
junto a su mujer.
Enseguida aparece el médico que lo operó y le anuncia que tiene una
sorpresa para él:
la rama que acaban de quitarle con un enorme moño celeste de recién nacido.