CATALINA LEON
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Textos del catálogo

El ave nacional

En 1928, un diario hizo una encuesta entre los niños de las escuelas primarias sobre cuál debía ser considerada por sus propiedades y características el ave nacional.
Más de 39.000 respuestas llegaron a la redacción del diario y salió primero el hornero, también llamado caserito, con 10.752 votos.

¡Qué bello y auspicioso saber que fueron niños los que eligieron nuestra ave nacional!
……. algo me suena raro al leer ave nacional, ave de la Patria. No es por el hornero, claro.
Creo que son las palabras P a t r i a y N a c i o n a l
las que me resultan incómodas. No puedo decirlas sin dejar de ver un montón de uniformados, vestidos de verde triste y pelo rapado. Pasa igual con los símbolos patrios: la bandera, la escarapela cargan sobre sí demasiada pérdida, demasiada furia y engaño. Una nube densa cubre nuestros símbolos patrios. Hasta el ceibo. Sí, el precioso ceibo tiene una leyenda sangrienta.
Sin embargo, el hornerito parece estar a salvo de todo eso.

No es que quiera ahora escribir un texto político; no estoy en condición de hacerlo. Tampoco busco hacer arte político. Aun así, plantearme esta cuestión me resulta inevitable, ya que el nido que quiero hacer, uno en el que todos tengamos oportunidad de entrar, es el del ave nacional.

No sé si pensé en esto cuando imaginé este inmenso nido. Puede que sí.

Cuando trabajo nunca sé muy bien qué vino antes y qué vino después.

La idea del nido apareció. No sé ni dónde, ni cómo: apareció.

Hacer un nido de hornero para humanos. ENOrme oscuro de barro pesado
R e s p i r a r dentro de él

Hacer Noche en el Día, al dar un paso dentro del nido
Hacer el nido con mis manos; con ayuda, pero con mis manos.

Hacer el mismo recorrido que hace el pájaro, juntar las ramitas y el estiércol y detenerme a cantar, tal cual lo hace el hornero.
T R A B A J A R como un A V E :
el ave de mi patria

Para descomprimir el espesor que resuena en las palabras patria y nacional voy a buscarlas en el diccionario.
Patria. Al comienzo dice “conjunto de personas que están asociadas entre sí de corazón”.

¡Eso sí que suena bonito! (Me sorprende cómo muchas veces las palabras acaban por vincularse con significados que son tan opuestas a su sentido original.)

Ahora que leo esto, voy a tomarme el atrevimiento de cambiar pájaro de la patria o pájaro nacional por

pájaro de los que están unidos entre sí de corazón